Primera jornada del III Curso de Verano de Urroz Villa del Libro

Ayer, 22 de agosto, se celebró en Urroz-Villa con gran éxito la primera jornada del III Curso de Verano. El espacio de Ojos de Búho, convertido en aula literaria, se quedó pequeño para el amplio número de inscritos. 

Las sesiones comenzaron, a cargo del librero Javier Garisoain, con unas reflexiones sobre "el arte de leer" tomadas prestadas del autor francés Emilio Faguet que venían como anillo al dedo para enmarcar el presente curso que está girando en torno al placer de leer. ¿Cómo hay que leer? ¿Cómo debe transcurrir el diálogo entre lector y autor? ¿Qué peligros y qué ventajas tiene la lectura? 

La primera mesa redonda se dedicó a la iniciación a la lectura, a la infantil y a la de adultos; y también a esos dos ámbitos complementarios del mundo lector que son la lectura íntima y personal por un lado y la lectura comunitaria y el diálogo con otros lectores que es lo que da vida a los clubs de lectura por otro. Dirigieron esta primera sesión Cristina Liso, Sofía Villegas y Miguel Sádaba. 

Después de un tiempo libre acompañado de un animado café se dió paso a la segunda sesión: mesa redonda sobre el buen humor en la literatura. Una inoportuna afonía impidió que Hervé Alústiza se sumara a la mesa (fue sustituido por el director del curso, Javier Garisoain). Sin embargo el acto salió adelante manteniendo un interés creciente gracias a la sabiduría de los otros dos ponentes: el escritor Pedro Charro y el profesor Joseluís González. 

Una magnífica tarde de verano que concluyó con la visita a las librerías y, al caer el sol, con una entrañable velada en el jardín de Casa Melchor. 

En la sobremesa se produjo un estreno mundial, el cantautor Doctor Salmantino, presentó su nueva canción dedicada precisamente al placer de leer, un tema con alusiones quijotescas y un canto al placer de la lectura. 

Esta tarde esperamos de nuevo a los ponentes y alumnos del Curso. Esperamos también de nuevo al "grupo joven", un aula móvil de niños de entre 8 y 15 años que dedicaron el día de ayer a visitar las bóvedas y campanario de la iglesia gótica de Urroz, a leer, a escribir y a 

jugar.